sábado, 22 de noviembre de 2008

// El viaje fantástico .


Mi cuerpo deambula por la ciudad sin mi mente, pues ella decidió extender su período vacacional por la playa de Michigan en Guerrero. Ha pasado una semana y aún no hay noticias con respecto a su regreso, lo cual comienza a perturbarme.

Fuera de la ciudad la vida canta y ríe, la vida viene y va; lejos de la ciudad, la vida es lo de menos, pues tan sólo basta con dejarse llevar por el momento. Lejos de la ciudad el café sabe mejor y las sonrisas se te escapan como pompas de jabón. Cuando no estás en la ciudad, tu corazón late más fuerte y respirar resulta más sencillo.

Tengo miedo de volver a la ciudad, tengo miedo de perderme en la ciudad, tengo miedo de morir en la ciudad.

¿Será que puedo escapar?

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